No cabe duda que cada día hay una mayor relación entre la actividad objeto del negocio, la que proporciona los beneficios, y la tecnología utilizada en cada organización. Y del acierto en la elección de estos dependerá totalmente el éxito o fracaso de cada organización. Ciñéndonos al apartado estrictamente tecnológico existe una relación directa, como ocurre con el comercio online, donde la más mínima variación sobre el comportamiento previsto impacta directamente a la cuenta de resultados, y existen relaciones indirectas, como ocurre con servicios financieros, donde la indisponibilidad de un servicio de consulta online, afecta a la imagen de la compañía, lo que repercutirá negativamente en los resultados futuros, especialmente si esta situación se repite.